ORGASMO en el SEXO… ¿Imprescindible?
En el buen sexo debemos buscar la unidad con el otro al que amo, siendo este un acto que expresa el máximo grado de amor y compromiso. Hay intimidad, amor, pasión, diversión y, como consecuencia de todo esto, se experimenta placer psicológico, físico y espiritual (sí, espiritual, esto quizá para otra entrada). El matrimonio que vive de esta forma el sexo es fecundo y de esto se nutren todas las demás personas que los rodean y todas las áreas de su vida. Además, un matrimonio que vive bien el sexo será más feliz y es parte fundamental del mismo. Este es el sexo como Dios manda.
Hace tiempo se extendió la extraña creencia de que no se tenía que experimentar placer físico en el sexo, especialmente la mujer, y que desearlo era algo egoísta.
Es cierto que experimentar el placer físico no debe ser la finalidad de la relación sexual para ninguno de los dos. Si lo que busco al tener sexo es un orgasmo cosifico al otro, lo uso, independientemente de si estoy casado o no. Además, si centro mucho mi atención en esto también dificultaré en consecuencia su experiencia. Sin embargo, debemos alejarnos al máximo de la idea de que el placer físico es algo secundario o irrelevante, porque no lo es. El tener sexo sin experimentar el orgasmo es fuente de grandes frustraciones y, a la larga, la persona que lo viva de esta manera evitará tener relaciones sexuales.
Excitarse sexualmente y no llegar a tener un orgasmo es frustrante. Si esto es lo más habitual o incluso la única realidad de alguna persona, entonces es fuente de gran sufrimiento. Y no se trata de egoísmo, sino que el sexo bueno está pensado para experimentar el placer en todas las dimensiones de la persona. Y aunque este es consecuencia del encuentro con un otro al que amo y he unido mi vida, sí debemos entender que es una parte fundamental de ese encuentro.
Me gusta cómo lo explica el sacerdote polaco Ksawery Knotz en su libro “Sexo como Dios Manda”:
Así que, por un lado, está claro que experimentar el orgasmo en la mujer y en el marido en la relación sexual es algo bueno y deseable.
¿Y si no lo experimento?
Pues entonces debemos profundizar más, y demasiado para una entrada, pero igualmente os comparto alguna idea sencilla que quizá os puede ayudar (aunque si tenéis serias dificultades para esto debéis buscar ayuda buena y especializada).
En ocasiones, la mayor dificultad es que no se ha aprendido suficiente sobre sexo. Yo siempre recomiendo que poco antes de casaros aprendáis sobre ello. Hay buenos libros y cursos que os pueden ayudar.
Algo básico que debemos descubrir es que hombres y mujeres somos diferentes. Un hombre puede experimentar un orgasmo fácilmente salvo que tenga algún tipo de problema. Una mujer, para experimentar un orgasmo, se debe sentir amada, descansada, conectada emocionalmente con su pareja y relajada. Además, es bueno que se sienta sexy y deseada. Esto parece fácil pero no lo es tanto en el ajetreo de la vida diaria.
Por otro lado, debemos saber que pocas mujeres experimentan un orgasmo a través de la penetración. Esta es una enorme fuente de placer espiritual, psicológico y físico. Los cónyuges se unen de una manera increíble y experimentan enormemente la feminidad y masculinidad del otro, sintiéndose entregados y acogidos, siendo una sola carne. El hombre se da y la mujer acoge como sólo ellos saben hacer y en esa unión se experimenta algo verdaderamente poderoso, sentimos de alguna forma que esa soledad originaria desaparece y nos hacemos uno y complementarios. La penetración es una belleza y una maravilla.
Sin embargo, aunque el hombre encuentre aquí el clímax, la mujer quizá no lo haga y sea necesario acariciar el clítoris posteriormente para ello, lo cual es también una preciosa experiencia de intimidad. Otra posibilidad es encontrar la posición a través de la cual el varón pueda acariciar a la esposa durante la penetración y así facilitar la experiencia del orgasmo.
Por otro lado, a experimentar un orgasmo también se debe aprender, especialmente la mujer. Son sensaciones que hay que explorar y ese matrimonio recién casado necesitará paciencia y muchas caricias hasta que él y ella vayan descubriendo juntos la maravilla de este momento y los mecanismos de este.
¿Y si sabiendo todo esto seguimos teniendo dificultades?
En ese caso, como os dije antes, quizá puede ser bueno buscar ayuda especializada y de calidad. Muchas veces experiencias pasadas como la masturbación, el consumo de pornografía, un abuso sexual… generan heridas que dificultan la experiencia de placer en el sexo. Este tipo de casos es mejor tratarlos con un especialista.
¿Y por qué es este tema importante?
Pues personalmente me he animado a escribir sobre este tema y ser explícita porque, por un lado, mi blog sólo lo leen adultos y, por otro, algunas personas me preguntan por este tema y sospecho que son muchas más las que pueden estar teniendo dificultades con esto y no se atreven a preguntar. Quizá incluso acaben desinformados por buscar respuestas en lugares no adecuados y los problemas aumenten. Por eso, la responsabilidad de escribir sobre ello. Porque el sexo, como todo en esta vida, debemos aspirar a vivirlo en plenitud y, de que los matrimonios vivan como están llamados a vivir, nos vamos a beneficiar todos como sociedad y comunidad.